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Por eso, te invitamos a seguir leyendo este artículo en el que te contaremos cómo puedes ayudar a tu pequeñín cuando experimente estos síntomas, tan comunes en sus primeros meses.
¿Qué son los cólicos?
Los cólicos son pequeños espasmos en la barriguita de tu pequeñín, muy comunes en sus primeros mesecitos de vida. Estos pueden venir acompañados de malestar, incomodidad y llanto inconsolable, sin embargo, no son una enfermedad ni indican algo grave. Recordemos que su cuerpo todavía sigue adaptándose al mundo.
Generalmente, los cólicos aparecen en la segunda o tercera semana después de su llegada al mundo, y suelen perdurar (no en todos los casos) hasta sus primeros 3 o 4 meses de vida. Pero, ¡no te preocupes, mamá! Existen muchas maneras para aliviarlos que ya te contaremos.
Síntomas de los cólicos en bebés
Quizá lo más difícil de todo este proceso sea entender las señales que muestra tu pequeñín al tener cólicos, por eso, te recomendamos prestar atención a los siguientes síntomas:
El llanto intenso es una de las principales señales, puede durar algunos minutos o prolongarse por horas seguidas
El llanto puede ser más frecuente al final de la tarde o por la noche
Es probable que tu pequeñín intente encoger sus piernitas hacia la barriga, tensar sus bracitos, empuñar sus manos o arquear su espalda
Su carita puede enrojecerse mientras llora, y notarás que le cuesta calmarse
A veces, puede liberar gases durante o después de los episodios de llanto.
¿A qué se deben los cólicos en los bebés?
Puede que no tengamos una respuesta exacta porque cada bebé es único, pero, estas pueden ser algunas causas que te recomendamos consultar a profundidad con un especialista:
Tu pequeñín aún tiene un sistema digestivo inmaduro: la digestión de tu pequeñín todavía está en desarrollo, lo que puede causar gases o incomodidad.
Puede haber acumulación de gases o aire en su barriguita: a veces, cuando amamantamos o le damos el tetero a nuestro pequeñín, ellos, en su proceso de aprendizaje, pueden tragar aire lo que puede generar incomodidad o dolor en su barriguita. Este aire acumulado puede quedarse atrapado en su barriguita y generar gases o dolor. Por eso, es súper importante ayudarles a expulsarlo con técnicas como el eructo después de cada toma o pequeños masajes en su pancita.
No descartes la probabilidad de que sea intolerante a la leche: algunos bebés suelen ser intolerantes a las proteínas de la leche, sin embargo, no es lo más común. Si notas otros síntomas como popó blando, vómito o irritabilidad incontrolable o erupciones cutáneas en tu pequeñín después de cada toma, ¡consúltalo con su pediatra!
Tu pequeñín puede estar estreñido: aunque esto es más común a partir de los 6 meses, cuando hay cambios en su alimentación y comienzas a incluir sólidos en su dieta.
Tu bebé tiene hambre, o por el contrario, comió en exceso: cualquier de estas dos situaciones también puede provocar cólicos en la barriguita de tu pequeñín.
¿Cómo se diagnostican los cólicos?
El diagnóstico de los cólicos en bebés no va muy lejos y tampoco requiere de estudios muy complejos. El pediatra podrá identificarlo observando los síntomas y el comportamiento de tu pequeñín. Sin embargo, si tu instinto de mamá te dice que algo no está del todo bien, no dudes en expresarlo. El pediatra puede recomendarte algunos exámenes adicionales para descartar cualquier otra condición y devolverte la tranquilidad que tanto necesitas. Recuerda, ¡nadie conoce a tu pequeñín como tú!

¿Cómo identificar si es cólico o mi bebé está llorando por otra razón?
¡Lo mejor que puedes hacer en estos casos es ir descartando posibilidades! Así que, comienza por preguntarte por qué otra razón puede estar llorando tu pequeñín, ¿acaso tiene hambre?, ¿ya revisaste su pañalito para ver si está sucio?, ¿será que siente frío o, por el contrario, está pidiendo ventilación?, ¿ya intentaste dormirlo?
Todas estas preguntas te ayudarán a determinar la causa del llanto de tu pequeñín. Pero, si ya intentaste calmarlo de muchas formas y nada parece funcionar, es probable que sí esté experimentando cólicos o dolor en su barriguita. Para saber cómo aliviar cólicos en bebés, ¡sigue leyendo este artículo!
¿Qué debes hacer si no son cólicos?
Está bien no saber qué hacer, ¡todas hemos pasado por eso! Sin embargo, aunque el llanto de tu pequeñín también te desconsuele, es importante que mantengas la calma y puedas transmitirle eso a él. Puedes cargarlo, arrullarlo, acostarte con él y tener juntos ese contacto piel a piel, cantarle, hablarle suavemente y hacerle cariñitos en su carita. Son actividades que pueden resultar relajantes y reconfortantes para él.
¿Cómo quitar cólicos en bebés?
Aunque no hay una fórmula mágica y todos los pequeñines pueden responder muy diferente a todas estas opciones, ¡no pierdes absolutamente nada con intentar estos consejos!
¡Masajea la barriguita de tu pequeñín! Puedes realizar movimientos circulares suaves con tus manos tibias para ayudar a liberar gases.
¡Conoce el método de la bicicleta! Mueve sus piernitas como si estuviera pedaleando. Esto también ayuda a expulsar gases atrapados.
¡Ponle ruido blanco! Sonidos constantes como el de un ventilador o una aplicación de ruido blanco pueden darte una mano, y ayudar a calmar a tu pequeñín.
¡Revisa su dieta! Si le estás dando leche materna o de fórmula y sientes que no le está cayendo muy bien a su barriguita, consulta con su pediatra si sería útil hacer alguna modificación. Recuerda que lo que tú comes, también puede afectarlo.
¡Hazle un baño con agua tibia! El agua calentita relaja sus músculos y puede aliviar la incomodidad en su barriguita. También puedes intentar ponerle un paño o una botellita caliente.
¡Mantente cerca de él! Si de medicinas naturales hablamos, el contacto piel a piel es maravilloso. Hacer que tu pequeñín sienta tu corazón puede reconfortarlo más de lo que crees. Usa un fular y llévalo contigo a donde vayas.
¡El chupón! Esta es otra opción que no puedes descartar, algunos bebés encuentran una sensación reconfortante tras el uso de un chupón. Si lo crees necesario, ¡adelante!
Recuerda que lo más importante es tu calma. Aunque sea difícil ver llorar a tu pequeñín, como ya te lo dijimos: tu tranquilidad será su mayor consuelo. No te sientas culpable si crees que necesitas un respiro durante estos episodios, a veces, ¡también son necesarios! Así que procura dejarlo con su papá o algún familiar cercano y date un momento para respirar profundo, relajarte y recargar energías.
¿Cuándo visitar al médico por cólicos de mi bebé?
Si bien los cólicos son un síntoma común en esta primera etapa, puedes consultar con un pediatra si tu pequeñín no mejora con el tiempo o simplemente para estar más tranquila y segura. Recuerda estar muy atenta a otros signos como fiebre, vómitos, diarrea, dificultad para comer o si notas que ha perdido un poquito de peso. Estas señales podrían indicar que hay algo más, y siempre es mejor actuar a tiempo. Mamá, no lo olvides: ¡tu intuición nunca te fallará!

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